Tolkien estaba enamorado de la Edad Media, del concepto del honor, de la muerte en batalla y el combate contra el mal. Un mal encarnado por dos personajes principales, el ya extra conocido Sauron y su mentor, todavía más peligroso y despiadado, Melkor (Morgoth) que estuvo a punto de destruir todo lo conocido.
Es el culpable de que exista el mal en la Tierra Media. Igual que hizo Sauron con el Anillo al que le cedió parte de sus poderes, Melkor entregó a la Misma Tierra Media parte de su poder. Para que brotaran seres malignos y mutaciones puestos a su servicio con el objetivo de destruir a sus hermanos, los Valar, deidades creados por el ser supremo Eru Ilúvatar (Dios todopoderoso de Tolkien) para el gobierno de Arda (el mundo).
Sauron, el Maiar al servicio de los Valar
Sauron era un Maiar (deidades menores por debajo de los dioses Valar) al servicio de Aulë, dios de la forja y la artesanía como Hefesto en la mitología griega. De él aprendió el arte de las manualidades, de la creación y la construcción que le servirían en el futuro y sin saberlo para la forja de su tesoro más preciado, el Anillo Único.
Pero Sauron era ambicioso, y quería imponer su forma de ver el mundo, un lugar ordenado y moldeado a su estilo, en el que él sería el dios sobre todas las cosas. Melkor alimentó la parte más oscura del Maiar que veía en su maestro el puente para alcanzar su destino. Su alma se corrompió y fue superando gradualmente los umbrales de odio, crueldad y maldad.
Traición y huida de Sauron a la Tierra Media
Tanto odio llamó la atención de elfos, hombres y Valar que unieron fuerzas para detener a Melkor, el más fuerte de todas las deidades, con permiso de Eru Ilúvatar (creador de todos). Derrotado el mentor, el lugarteniente mostró su falso arrepentimiento para salvarse del juicio de los Valar y huir a la Tierra Media donde iría ganando poder.
Para ganar tiempo, Sauron optó por tomar una apariencia amable y agradable con la que iría ganando la confianza de elfos, hombres y enanos a los que engañó para forjar los Anillos de Poder. Y que caerían bajo la influencia del Anillo Único moldeado en El Monte del Destino donde en la Tercera Edad sería destruido por Frodo. Pero esa historia ya la conoces.
El poder del Anillo le permitiría acometer guerras contra todas las razas del mundo y someterlos a su voluntad “para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas”.